He leído este libro justo después del de Richard Dawkins, y por tanto la comparación es inevitable. Christopher Hitchens es un ateo de perfil más político que científico. Hitchens ha vivido en muchos países y ha tenido la ocasión de conocer de primera mano culturas y religiones de varias partes del mundo. Sus argumentos son por tanto históricos y políticos, más que filosóficos o científicos. Es menos conciso y más caótico, no obstante siguen siendo buenos argumentos, a veces complementarios, y a veces idénticos a los que Dawkins expone en “El Espejismo de Dios”.
1. DICHO SEA SUAVAMENTE
Aquí el autor nos presenta una declaración de principios, o quizás, una defensa preventiva ante quienes pretenden acusar a los ateos como él de ser unos dogmáticos, unos creyentes en la no creencia. La ciencia y la razón son elementos necesarios, pero no son dogmas excluidos de la crítica y la revisión. Debemos desconfiar por principio de todo aquello que atente contra la razón y la ciencia.
Una de las constantes a lo largo de todo el libro es que la religión es una creación humana y eso se nota en todos sus defectos y virtudes. Y no siempre la infelicidad viene de la religión, pues el ser humano en sí mismo tiene algo de irracional y por supuesto de imperfecto.
Con respecto a la virtud consoladora que puede ejercer la religión, Hitchens opina que si es falso no es un consuelo honesto. Y con respecto a la libertad religiosa opina que si pudiera, no la prohibiría porque la fe está en el origen de todas las disputas sobre ciencia, filosofía, historia… evoluciona con el propio ser humano ante su incapacidad para luchar contra sus miedos. Yo tampoco la prohibiría si pudiera, pero no por esas razones. Hitchens en cambio se pregunta si harían lo mismo los religiosos con el ateísmo. Se conformaría con que la religión dejase en paz a los ateos:
“Pero en última instancia, la religión es incapaz de hacerlo. Mientras escribo estas palabras, y mientras usted las lee, las personas de fe planean cada una a su modo destruirnos a usted y a mí y destruir todas las magníficas realizaciones humanas que he mencionado y que han costado tanto esfuerzo. La religión lo emponzoña todo.”
2. LA RELIGIÓN MATA
Efectivamente, este es un título para un capítulo en el que Christopher Hinchen narra sus experiencias en ciudades que curiosamente empiezan por la letra B (Belfast, Beirut, Bombay, Belgrado, Belén, y Bagdad) ) y que parecen concluir que “la religión lo emponzoña todo” (por cierto, este es el verdadero subtitulo del libro) y produce la muerte de muchos ciudadanos, genera odios irreconciliables, guerras interminables, Parlamentos que se reclaman para una sola religión en conflicto con la contrincante (Belfast), facciones que se autodenominan Partido de Dios (Hezbollá en Beirut), matanzas callejeras en nombre de un nacionalismo cualquiera (Bal Thackeray en el Bombay de 1990), hordas de fanáticos religiosos a las órdenes del psicópata-psicólogo Milosevic que ejecutan una limpieza étnica (Belgrado), musulmanes de Hamás que pretenden que todos los habitantes de Palestina respeten la ley musulmana (Belén) y por último el dictador Sadam Hussein que había conseguido disfrazar su régimen como laico cuando en realidad usaba la guerra santa para ganarse el favor del pueblo para sus propias causas bélicas (Bagdad).
“En todos estos casos que he mencionado había quienes protestaban en nombre de la religión y quienes trataban de superar la creciente oleada de fanatismo y culto a al muerte. Se me ocurren unos cuantos sacerdotes, obispos, rabinos e imanes que han colocado el humanismo por delante de sus propias sectas o credos. La historia nos proporciona otros muchos ejemplos similares, que pasaré a analizar más adelante. Pero esto solo es un piropo para el humanismo, no para la religión.”
Una prueba más de que la religión lo emponzoña todo es el caso de “Los versos satánicos”. Un jefe de estado teocrático puso precio a la cabeza de un escritor de ficción por haber puesto en cuestión ciertos dogmas religiosos.
No solo el autor del libro se vio inmiscuido en tan kafkiana y peligrosa condena, también los editores y todos los que colaboraron. Los traductores al italiano y al japonés, junto con el editor noruego fueron atacados. Los líderes religiosos de la civilización occidental no tuvieron reparos en demostrar sus simpatías hacia el ayatolá. Muchos musulmanes, también en occidente, quemaban el libro públicamente. El propio Christopher Hitchens, junto con su familia, fue amenazado.
El radicalismo religioso alcanza a nuestras instituciones más cercanas, no se trata solo de tribus lejanas en tierras inhóspitas. El fiscal general de EEUU (algo así como el Ministro de Justicia en España) John Ashcroft decía que EEUU no reconocía más rey que Jesús. El expresidente Bush hablaba con Dios y le decía que tenía que ir a la guerra. Los reverendos Pat Robertson, Jerry Falwell y Bill Graham, verdaderos agitadores de la intolerancia cristiana aseguraban que el 11-S era el justo castigo que se merecía EEUU por haberse convertido en una sociedad laica que toleraba la homosexualidad y el aborto.
“Cualquier versión de cualquiera de los dos anima y desencadena la otra. […] Los cristianos y los judíos comen carne de cerdo profanada y beben el ponzoñoso alcohol. Los budistas y musulmanes de Sri Lanka echaron la culpa a las celebraciones de Navidad de 2004, bañadas en vino, del tsunami que se produjo a continuación. Los católicos son sucios y tienen demasiados hijos. Los musulmanes se alimentan como conejos y se limpian el culo con la mano que no es. Los judíos tienen piojos en la barba y buscan la sangre de los niños cristianos para dar aroma y sabor al pan ázimo de su pascua judía. Y así sucesivamente.”
3. BREVE DISGRESIÓN SOBRE EL CERDO, O POR QUÉ EL CIELO DETESTA EL JAMÓN
Qué mejor capítulo para un chiro ilustrado que un capítulo dedicado a mis compañeros los cerdos. Es habitual que las religiones estipulen algunas restricciones a la dieta alimenticia pero lo del cerdo se puede calificar de miedo y es originalmente judío, aunque quien lo ha llevado hasta sus límites más ridículos son los musulmanes. Son musulmanes los que prohibieron la lectura de “Rebelión en la granja” porque en la novela de Orwell los cerdos dominaban al resto de la granja. Una estupidez por partida doble, pues en la novela los cerdos son los malos de la historia.
Pero el cerdo es un animal muy inteligente, limpio si se le da la opción, sociales y comparte gran parte de nuestro ADN. Esta fobia porcina se suele explicar por las enfermedades propias del animal que habrían producido un rechazo entre las poblaciones antiguas, y que después la religión habría sacralizado estas prácticas saludables de evitar la triquinosis en países cálidos (cuando es más frecuente en climas fríos). Hitchens apuesta por una especie de amor-odio al cerdo:
“La atracción y repulsión simultaneas procedían de una raíz antropomórfica: el aspecto del cerdo, su sabor, sus chillidos agónicos y su evidente inteligencia recordaban demasiado desagradablemente al ser humano. La porcofobia y la porcofilia se originaron tal vez en la noche de los tiempos de los sacrificios humanos e incluso del canibalismo, del que los textos “sagrados” suelen hacer algo más que insinuación. Nada que sea optativo, desde la homosexualidad hasta el adulterio, se castiga jamás a menos que quienes lo prohíben (y exigen castigos furibundos) sientan un deseo reprimido de participar.”
4. UN COMENTARIO SOBRE LA SALUD , PARA LA CUAL PUEDE SER PELIGROSA LA RELIGIÓN
Islamistas de Nigeria pelearon contra la vacuna de la polio porque decían que se trataba de una conspiración de EEUU contra los musulmanes. El presidente del consejo Pontificio para la Familia del Vaticano advierte que los condones se fabrican con agujeros microscópicos para que pueda pasar el SIDA. Durante mucho tiempo se jugó con la idea de que la peste negra fue causa del pecado de la población londinense de 1665. El virus del papiloma humano se puede transmitir por vía sexual, y en EEUU hay quien se opone administrar su vacuna pues supondría ponérselo más fácil a las relaciones pre-matrimoniales. La circuncisión succionadora (amputar el prepucio succionando el pene de los bebés, y escupiéndolo con una mezcla de sangra y saliva) que se práctica todavía en ciertas partes del mundo, se emula en el mismísimo New York… ¡donde se permite en aras de la libertad religiosa! Todo esto me recuerda a los privilegios religiosos que denunciaba Dawkins en “El espejismo de dios”.
Los abusos psicológicos (al obligarles a participar en ceremonias que inculcan miedos irracionales) y sexuales sobre los niños, son una especialidad de la Iglesia, y a diferencia del psicópata, ésta alude a una justificación divina y organizativa para mantener a los abusadores lejos de la mano de la justicia. Por todo ello la religión es una delincuente más peligrosa que el más vulgar violador.
La relación entre creencia religiosa y disfunción sexual o trastorno mental ha sido constante en la historia, desde los que decían ver visiones y asesinar por orden directa de dios hasta todas la generaciones de reprimidos sexuales que han producido las prohibiciones, culpas y vergüenzas que se han predicado sobre el sexo, por no hablar de los estados carenciales de esperanza que han generado todas las creencias que esperan y ansían el fin del mundo como cumbre de un proceso purificador.
5. LAS ASEVERACIONES METAFÍSICAS DE LA RELIGIÓN SON FALSAS
La religión es hija de un tiempo donde el conocimiento científico era tan precario, que podríamos considerar al humano de entonces como a un bebé que llora buscando la teta de su madre en una habitación oscura, cuando abre los ojos por primera vez. “Hoy día el menos culto de mis hijos sabe mucho más sobre la naturaleza que cualquiera de los fundadores de la religión.”
La mayoría de los científicos que tuvieron que vivir épocas en las que la religión era sinónimo de poder, y disentir era sinónimo de ser quemado vivo, adoptaron una posición por defecto deísta (otros científicos fueron claramente teístas). Pero hubo un momento en el que la posición por defecto pasó a ser atea: la existencia de un necesario aunque desconocido creador, dejó paso a un necesario y cada vez mejor conocido sistema de evolución; lento y complejo.
Efectivamente, más que las radicales y espontáneas aseveraciones de Nietzsche sobre la muerte de dios, son los avances graduales de la ciencia y el conocimiento los que relegan a dios a ser tan solo una hipótesis más. La modernidad no ha pretendido la negación de dios, sino que ha supuesto de manera natural un lento pero firme paso desde el deísmo al ateísmo. Es Charles Darwin e incluso mucho antes, Laplace con su famosa cita de “Funciona bastante bien sin esa idea, alteza”, quienes han supuesto un punto de inflexión en la descreencia y la razón.
6. EL ARGUMENTO DEL DISEÑO
Resulta curioso que las religiones monoteístas transmitan un mensaje de sumisión, gratitud y temor ante un dios celoso y vengativo, y que menosprecien la vida terrenal, y que solo se preocupa de cosas trascendentes para el siguiente mundo. Luego en cambio, alimentan esa tendencia natural del ser humano al solipsismo haciéndoles creer que el creador ha dispuesto el vasto universo para una existencia secundaria y que se preocupa de los más mínimos pecados de cada uno de los habitantes de la Tierra.
“Parece que también es innata la idea del diseño, la idea de otorgar mérito a las cosas buenas calificándolas de milagrosas y de atribuir las malas a cualquier otra explicación parece ser universal.”
Una vez más la comparación es inevitable, y Dawkins es mucho más refinado en su argumentación pues aporta estudios que demuestran sus tesis, y explica mucho mejor la tendencia a golpear una máquina averiada atribuyéndole cierta intención inteligente (en nuestro caso la intención del diseño inteligente).
El argumento de Paley es muy convincente, pero no es aplicable a los seres vivos. Cuando nos encontramos con un reloj en el campo podemos concluir con bastante acierto que debe haber sido diseñado y creado por un ser superior. Cuando nos encontramos con un animal complejo podemos concluir de manera igualmente razonable y racional que ese tipo de animal es capaz de hacer copias de sí mismo, y que en ese proceso, y ayudado por la selección del natural del medio, las copias mejor adaptadas hayan preservado al animal que tenemos en frente. Sin embargo el reloj no es capaz de hacer copias de sí mismo.
Pero Hitchens no hace esta reflexión, se limita a señalar los fallos e incongruencias del supuesto diseñador que ha construido ojos al revés (pues la luz necesita atravesar la cornea antes de rebotar en los conos y bastones fotosensibles) o ha dejado una cadena de ADN “abarrotada de elementos inservibles que tiene mucho en común con otras criaturas muy inferiores”. Con respecto al ojo, el autor señala que hay peces (bathylychnops exilis) que han desarrollado un par de ojos adicionales que no son copias del par previo, es decir, que han desarrollado ojos de manera independiente, probando así que el ojo puede nacer sin necesidad de diseñador.
El diseñador de las Escrituras es a su vez diseñado por el hombre y eso se nota en que nunca mencionó a los dinosaurios, ni a los marsupiales, ni a los microorganismos tan necesarios y tan peligrosos.
“Ya no tenemos necesidad de que un dios explique lo que ha dejado de ser misterioso. Lo que los creyentes hagan, ahora que su fe es opcional, privada e irrelevante, es cosa suya. No debería importarnos, siempre que no vuelvan a intentar inculcar la religión mediante ninguna forma de coerción.”
Este vive y deja vivir a la fe religiosa, es menos activista o, si se prefiere, más tolerante, que la actitud de guerra necesaria contra la religión de Richard Dawkins.
7. REVELACIÓN: LA PESADILLA DEL “ANTIGUO” TESTAMENTO
La revelación es la prueba más contundente que la religión puede ofrecer, pero resulta que las revelaciones de los monoteísmos más pesados siempre se hacen a personas analfabetas o incluso de dudosa historicidad, que además, al estar tan relacionados unos con otros, resulta que se auto-excluyen, es decir, que no pueden ser ciertas todas las revelaciones de todas las religiones, si unas son ciertas son falsas las otras.
El respeto, temor y obediencia que requiere el dios de las Escrituras es propio de los emperadores de la antigüedad, y la prohibición de asesinato y otras similares son también mucho más antiguas que las tablas que dios entregó a Moisés. Estamos por tanto, de nuevo, ante reflejos humanos en la fabricación humana de la religión. Incluso en sus omisiones se nota la mano del ser humano de la época, ya que no se condena el genocidio (aunque sí se instiga) ni la esclavitud (que se le ordena regular a Moisés), ni la crueldad con el enemigo, ni los abusos infantiles. Todo esto ha sido un progreso relativamente reciente en la historia, y los que se inventaron las religiones bebían de las fuentes de la tradición y la moral de la época, no podían anticipar el “zeitgeist” moral que existiría milenios después… porque no eran dioses.
También se han intentado excavaciones para demostrar lo que nos cuentan las Escrituras, pero tanto los intentos israelíes como los cristianos han fracasado en confirmar sus diferentes mitos. Tampoco Thomas Payne ha sido refutado cuando dijo que los que escribieron sobre Moisés lo hicieron cientos de años después de su muerte.
Aunque por otra parte es deseable para los propios creyentes que todo esto no sea cierto, habida cuenta de las crueldades que se narran y se incitan en el Antiguo Testamento:
“Matad, pues, a todos los niños varones. Y a toda mujer que haya conocido varón, que haya dormido con varón, matadla también. Pero dejad con vida para vosotros a todas las muchachas que no hayan dormido con varón.”
El contexto es “claustrofóbicamente reducido y local” pues los personajes parecen no conocer el mundo más allá de sus lindes y rebaños. No debería importar si son paletos provincianos, pero a su dios (igualmente paleto y provinciano, a su imagen y semejanza) debería poder exigírsele un conocimiento y un respeto más profundo por los demás pueblos de la Tierra.
8. EL NUEVO TESTAMENTO SUPERA LA MALDAD DEL ANTIGUO
Es vergonzoso e ingenuo a partes iguales que el Nuevo Testamento reconozca que Jesús debía hacer ciertas cosas para encajar en las profecías previas, es decir, que no las hizo de manera natural y después se le clasificó como mesías, sino que tenía que hacerlas para ser reconocido como mesías. Entró en asno en Jerusalén con la intención de cumplir con la profecía, de la misma forma que yo mismo, o cualquier farsante, podría hacerlo para que se le reconociera como mesias por los judíos, quienes todavía esperan esa escena… y por mi van a seguir esperando.
Los añadidos, falsificaciones, invenciones y contradicciones del Nuevo Testamento superan con creces las del Antiguo. Esto se deduce de los trabajos de Paine y de Mencken que han sido confirmados por estudios posteriores que incluso se iniciaron con la intención de validar el Nuevo Testamento. Estas tergiversaciones, y en concreto la del censo que propiciara el nacimiento de Jesús en Belén y las contradicciones de su linaje real frente a las proclamas de humildad, son las que hacen cuestionarse a Hitchens la existencia de Jesús.
“Casi todas las religiones, desde el budismo hasta el Islam, presentan o bien un profeta humilde o un príncipe que acaba identificándose con los pobres; pero ¿qué otra cosa es esto sino populismo? Difícilmente puede pillarnos por sorpresa que las religiones opten por dirigirse primero a la mayoría, que es pobre, está desconcertada y no tiene educación.”
También existen contradicciones en los numerosos hermanos de Jesús, que dejan a María, su madre, con un difícil papel de virgen permanente que el catolicismo le exige antes, mientras y durante el nacimiento de Jesús. Para mantener a María virgen tras el nacimiento de Jesús se tuvo que inventar en 1854 que era una mortal especial “sin pecado concebida” (inmaculada concepción) y en 1950 se siguió la conclusión lógica (lo único lógico en toda esta telenovela absurda) de que si no tenía huella de pecado original ni de ningún otro, no pudo sucumbir al castigo de la muerte, y fue directamente al cielo en cuerpo y alma (asunción). Todas estas piruetas serían divertidas si no fuera porque su inobservancia se castiga severamente, al menos canónicamente. Este es el peligro de la religión. No son sus dogmas, que en sí mismos se pueden aceptar como se acepta pulpo como animal de compañía. Lo peligroso es que sean intocables y obligan posteriormente a hacer esas piruetas y cargarse toda la razón y todo lo que se tengan que llevar por delante para defender algo que se ha decidido que no es cuestionable.
Bart Ehrman descubrió que los episodios más famosos de Jesús fueron añadidos en forma de garabatos en el texto canónico original. Hitchens se refiere a él como Barton. Éste y otros fallos han sido resaltados por los críticos de Hitchens, pero incluso esos mismos críticos reconocen que no se tratan de fallos substanciales, sino de erratas que deberían haber sido detectadas por los correctores o exageraciones del tipo “los cuatro evangelios no coinciden en nada relevante”.
Realmente no encuentro donde está la maldad del NT que se anuncia en el título del capítulo, como no sean los modos que Jesús usa con su madre, la negación inicial de ayuda para un exorcismo por tratarse de una pagana no judía, o la mención al infierno y a la condena eterna que se sitúa en el capítulo 13, no en éste.
9. EL CORÁN SE NUTRE DE LOS MITOS JUDÍOS Y CRISTIANOS
El islam coge retazos interesados de sus predecesores, el judaísmo y el cristianismo. Sus textos no pueden contrastarse con otros y su tradición es oral y exclusivamente en árabe y su arrogancia les hace creer a sus fieles que es la versión definitiva de otras tradiciones religiosas con las que comparte las mismas carencias. Es cierto que tenemos más datos de Mahoma que de Jesús, pero en ninguno de los casos sus aventuras y desventuras han sido corroboradas por documento alguno, ni por los actuales criterios historiográficos que se exigen al resto de acontecimientos históricos. Por otra parte el Islam tiene el problema añadido de las irreconliables discrepancias por no tener una autoridad única, como en el caso del Papa para los católicos. Estas discrepancias se hacen todavía mayores si tenemos en cuenta que el Corán tiene vocablos arameos y sirios que llevan al error de traducir “uvas pasas blancas” como las famosas “vírgenes” que esperan a los mártires suicidas… anécdota divertida a la par que macabra.
A diferencia del cristianismo, que ha tolerado hasta cierto punto la discusión e investigación académica de sus dogmas, el islam sigue reprimiendo la investigación y reprime con energía e intolerancia toda cuestión potencialmente infiel. Personalmente no creo que sea mérito del cristianismo, sino de la civilización occidental que lentamente ha aprendido a convivir con el progreso científico y cultural a pesar del poder religioso cristiano, que siempre ha hecho lo que ha podido por frenarlo cuando podía arañar sus creencias. Tampoco creo que haya tan pocos estudios sobre el islam; se puede ver una muestra aquí.
El primer relato del profeta se recoge 120 años después de su muerte, gracias a Ibn Ishaq, pero este texto se perdió y tuvo que ser vuelto a redactar por Ibn Hisham, que murió 82 años después de la perdida.
“A estas habladurías y oscuridad se suma el hecho de que no hay ningún relato aceptado por todos de cómo los discípulos del profeta confeccionaron el Corán ni de cómo sus diferentes sentencias (algunas de ellas anotadas por secretarios) llegaron a codificarse. […] Las disputas sobre el liderazgo [de Mahoma] comenzaron casi tan pronto como murió, y así el Islam sufrió su primer cisma importante, entre suníes y chiíes, antes incluso de que se hubiera asentado como sistema general. […] La situación es aún menos firme y más deplorable cuando llegamos a los hadices, esa vasta literatura secundaria generada de forma oral que supuestamente transmite las sentencias y acciones de Mahoma, la historia de recopilación del Corán y las sentencias de los acompañantes del profeta. Para que se considere auténtico, cada hadiz debe estar a su vez apoyado por una isnad o cadena supuestamente fiable de testimonios. […] las seis recopilaciones de hadices, que acumulan rumor tras rumor desenrollando la larga bobina de isnad (A supo de ello por B, que se lo había escuchado a C, que se enteró de ello por D) fueron reunidas siglos después de los acontecimientos que pretenden describir.”
Todo esto coincide con la impresión que me he llevado las pocas veces que he discutido sobre religión con musulmanes. Exponen la autenticidad de las fuentes islámicas con una mezcla de arrogancia e ingenuidad especialmente insultante, ya que ellos hablan de “la ciencia de los hadices” para referirse a los procesos de validación de sus fuentes. Como si en épocas remotas la búsqueda de la verdad no estuviera minada por intereses políticos o religiosos, precisamente por políticos y religiosos que son los encargados de ese ingenuo proceso de validación. Al menos el cristianismo no intenta simular el método científico para validar sus fuentes, pero el islam presenta la memoria de cientos de sujetos, de generación en generación, y la validación objetiva de religiosos que no eran independientes, como si se tratara de una objetiva e inapelable grabación en vídeo.
10. LA ZAFIEDAD DE LOS MILAGROS Y LA DECADENCIA DEL INFIERNO
Hitchens adula a Hume para hablar de los milagros y declara que el milagro tiene que ser una violación favorable de las leyes de la naturaleza. Se centra en tres casos la resurrección, los ovnis (¡?) y la beatificación de la Madre Teresa de Calcuta.
Respecto a la resurrección dice que es sintomático que antes hubiese tantas resurrecciones y que ahora no haya ninguna… sería un tipo de milagro que podría comprobarse fácilmente. En el caso de la más famosa resurrección, la de Jesucristo, alega que fue añadida al Evangelio de Marcos muchos años después de su redacción.
“Y no ha habido ni antes ni después ningún culto ni religión, desde el de Osiris hasta el vampirismo o el vudú, que no se funde en algún tipo de creencia intrínseca en los muertos vivientes”
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El supuesto paso de los ovnis por la Tierra , a diferencia de las resurrecciones, si suceden con frecuencia, pero nunca están el tiempo suficiente para dejar las pruebas de sus visitas.
Hitchens participó en el proceso de beatificación de la Madre Teresa de Calcuta y nos cuenta como el uso de una nueva película Kodak hizo que los colores “milagrosos” de las fotos que le hicieron fueran un elemento que reforzara la beatificación. Hitchens a cusa a la Madre Teresa de Calcuta de ser una fanática y un fraude. Tiene un libro escrito sobre este tema, pero no está traducido al castellano. No obstante gracias a la traducción de alertareligion, podemos conocer más detalles al respecto.
Se cierra el capítulo con la curiosa confesión de haber sido un creyente en el marxismo, que ha tenido que luchar contra dogmas inamovibles de esa ideología hasta que se independizó intelectualmente:
“Así pues, querido lector, si ha llegado a este punto y ha visto menoscabada su fe (como confío en que haya sucedido), puedo decirle que hasta cierto punto sé por lo que está pasando. Hay días en que echo de menos mis antiguas convicciones como si se trataran de un miembro amputado. Pero, en términos generales, me siento mejor y no menos radical; y usted también se sentirá mejor, se lo garantizo, cuando abandone las doctrinas y permita que su mente, libre de cadenas, piense por sí misma.”
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11. EL SELLO INDELEBLE DE SU BAJO ORIGEN: LOS CORRUPTOS COMIENZOS DE LA RELIGIÓN
Las islas del pacífico, y los denominados “cultos de cargamento” ofrecen el sueño de todo científico social hecho realidad, pues se puede ver como nace una religión y cómo evoluciona según las necesidades. Dawkins lo explica mejor, y me remito al comentario de su libro en este mismo blog para profundizar en estos cultos.
Hitchens menciona también a Marjoe Gortner “prodigio infantil de la charlatanería evangélica” que a los 17 años escapó del laberinto de ceremonias y engaños para unirse a la contracultura de los años 60 y denunciar en un documental las estrategias que usaba para impactar y convencer a su crédula audiencia.
Joseph Smith (fundador del mormonismo) es analizado con mayor detalle para concluir que era un analfabeto que supo aprovecharse y mentir a sus seguidores, a pesar de haber confesado que estafó en la búsqueda de oro y en la proclamación de poderes sobrenaturales. Smith apoyaba la esclavitud y no admitieron negros entre sus filas hasta que la sociedad empezó a cambiar.
12. UNA CODA: CÓMO TERMINAN LAS RELIGIONES
Contemplar como termina una religión, como se hunde en el estanque del olvido produce un sentimiento de patetismo, mientras soportamos a “los demás sermoneadores, todos los cuales afirman que es su Mesías, y no el de ningún otro, al que hay que esperar con veneración y servilismo”.
13. ¿SIRVE LA RELIGIÓN PARA QUE LAS PERSONAS SE COMPORTEN MEJOR?
Christopher Hitchens se emociona al recordar las palabras y la historia de Martin Luther King, y no esconde que sus sermones eran religiosos, y pese a que se extrajeron de los libros de Moisés, eran:
“[…] por suerte para todos nosotros, metáforas y alegorías. Su predicación más imperiosa era la de no violencia. En su versión de la historia no había ningún castigo violento ni ningún derramamiento de sangre genocida.”
Todos los defectos humanos de King no desacreditan su grandeza (ni el que fuese mujeriego, ni bebedor, ni plagiador) con respecto a la ética que consiguió asentar con su perseverancia en la sociedad civil. Y sin embargo al contrario, la connivencia con la industria de la esclavitud hace que la religión se invalide como productora de bondad o justicia.
“Claro que me gustaría ayudar a las personas de color, pero la Biblia dice que no puedo” fue el triste comentario del senador Pat Robertson. Mientras el sur de EEUU se definía a si mismo como blanco y cristiano, el reverendo King hacía gala de sus contundentes aldabonazos a la conciencia del país, y lo hacía con unos argumentos llenos de humanismo que no obligaba a creer en ningún dios para estar de acuerdo con ellos. Nunca nadie pudo usar su nombre para defender la violencia o la explotación. De hecho la religión dificultó mucho la lucha de King. Y de hecho él estuvo acompañado de comunistas y socialistas laicos. Estas “vinculaciones ateas” fueron utilizadas continuamente contra King.
“Por consiguiente, cualquiera que utilice el legado de King para justificar el papel de la religión en la vida pública debe aceptar todos los corolarios que parece llevar consigo. Hasta un vistazo somero a todos los datos revelará, en primer lugar, que persona a persona, los librepensadores, agnósticos y ateos estadounidenses salen mejor parados. Las posibilidades de que una opinión secular o librepensadora impulsara a alguien a denunciar una injusticia absoluta eran muy altas. Las posibilidades de que la fe religiosa impulsara a alguien a adoptar una postura contra la esclavitud y el racismo eran bastante reducidas desde el punto de vista estadístico. Pero las posibilidades de que la creencia religiosa de alguien le llevara a defender la esclavitud y el racismo eran desde el punto de vista estadístico extremadamente altas, y este último hecho nos ayuda a comprender por qué la victoria de la simple justicia tardó tanto tiempo en producirse.”
Aquí Hitchens peca de sectario. Creo que aceptar “todos los corolarios” también debería implicar al menos mencionar que los que siguieron a King, en el país religioso que era y es EEUU, debían ser estadísticamente más creyentes que ateos. El hecho de que los ateos se pudieran sumar a su proyecto no oscurece el hecho de que sus sermones fuesen religiosos y apelasen a un ser supremo, independientemente de que algunos ateos se adhiriesen al mismo. Se puede asumir que tácitamente lo está aceptando al hablar del papel de la religión en la vida pública y de cómo se usa el legado de King, pero no lo menciona expresamente. En este sentido me parece más cuidadoso el tratamiento que hace Dawkins en el capítulo 6 y 7 de su libro “El Espejismo de Dios”.
El caso de Gandhi me resultó sorprendente. ¿se atrevería Hitchens con el icono de Gandhi? Pues sí. Hitchens opina que la permanencia del Imperio británico en la India tenía las horas contadas, que la insistencia de Gandhi en el aspecto religioso provocó la desunión de los musulmanes y posterior partición del país entre hindúes y musulmanes (además no fue Gandhi quien consiguió la independencia de su país, sino Nehru), que rechazaba la modernidad y que si todo el mundo le hubiese seguido habrían muerto millones de personas de hambre. Por último y más importante, dice que cuando los japoneses estaban cerca de la India, Gandhi aprovechó ese momento para presionar a los británicos aceptando la eventual agresión nipona como conveniente.
“Ya no era una cuestión de si se acababa, sino de cuándo. De no haber sido así, una campaña de desobediencia pacífica no habría tenido ninguna posibilidad de triunfar. […] No hay demérito en ello, pero son precisamente sus convicciones religiosas las que convierten su legado en algo dudoso en lugar de en algo santo. Planteemos la cuestión de manera sucinta: él pretendía que la India volviera a ser una sociedad espiritual primitiva y estructurada en torno a las aldeas, hizo mucho más difícil la posibilidad de compartir el poder con los musulmanes y estaba bastante dispuesto a ejercer hipócritamente la violencia cuando pensaba que podía beneficiarle.[...] Creyendo erróneamente que esto auguraba el fin del gobierno británico, Gandhi escogió este instante para boicotear el proceso político y proclamar su famoso llamamiento para que los británicos 'abandonasen la India'. Añadía que debían abandonarla 'a Dios o a la anarquía', lo cual, dadas la circunstancias, habría significado más o menos los mismo. Quienes atribuyen ingenuamente a Gandhi un pacifismo deliberado y coherente tal vez deseen preguntar si aquello no equivalía a dejar que los imperialistas japoneses entablaran la lucha en su lugar. "
Me falta la suficiente perspectiva y conocimiento histórico para situar las palabras de Hitchens en el contexto concreto, y no he encontrado casi nada al respecto en el Google que critique esta sorprendente acusación. Si el lector lo consigue, ruego lo deje en los comentarios.[edito 14/09/11: Nueva biografía criticando algunos aspectos de la figura de Gandhi]
Pero para responder a la pregunta de este capítulo, no solo se centra en estos dos grandes personajes de la historia, sino que recurre a los ejemplos de Darfur y Ruanda (musulmanes y cristianos respectivamente) para concluir que los religiosos estuvieron implicados hasta el cuello en las matanzas, incluso las ejecutaron y que, por tanto, es imposible sostener que la religión mejore la conducta moral de las personas.
"Como mínimo, esto impide sostener que la religión hace que las personas se comporten de forma más amable o civilizada. [...] Pero las posibilidades de que una persona que comete delitos lo haga 'apoyándose en una fe' eran casi del ciento por ciento, mientras que las posibilidades de que una persona de fe estuviera de lado de la humanidad y la honradez eran casi tantas como las de acertar al lanzar una moneda."
Estoy de acuerdo en parte. Teniendo en cuenta que el componente religioso de las guerras está casi siempre presente, puedo generalizar y decir que la religión es un argumento recurrente para la violencia, a veces catalizadora y a veces incluso origen del conflicto. En ese sentido la religión no mejoraría la conducta de las personas, sino que las empeoraría.
Pero hay algo confuso en ese párrafo y tiene que ver con planteamientos estadísticos. La mayoría de los ejecutores eran religiosos, en un país donde la mayoría era religiosa... me parece bastante obvio. ¿Qué quiere decir con esto? De ahí no podemos inferir que la religión empeora la moral de las personas. La mayoría de los delincuentes son varones, pero eso no significa que la mayoría de los hombres terminen delinquiendo, ni que la masculinidad incite a la violencia (¿o sí?), tan solo significa que hay más probabilidades que un varón delinca frente a una mujer (en un país donde ambos sexos están representados en casi idéntica proporción). De la misma forma, lo que dice Hitchens nos podría servir para establecer la probabilidad de que un creyente delinca más que un ateo, pero carecemos de los datos necesarios, a diferencia de los datos penitenciarios por sexos, que sí los tenemos. Y Hitchens quiere, desde mi punto de vista, establecer ese análisis paralelo, pero sin datos.
Hay factores que podrían afectar por igual a creyentes y no creyentes, si no se evalúan los efectos sobre los ateos, no podemos realmente generalizar ni valorar como afecta a los creyentes por el hecho de ser creyentes. Si el delito es exclusivamente de carácter religioso, evidentemente la religión sale muy mal parada, y los creyentes también. Pero si el delito tiene otras connotaciones, y tratamos de delimitar hasta que punto la religión puede ser utilizada y manipulada para cometer ese delito, frente a la descreencia que se mantendría impoluta... para ello nos faltan datos. Entre otros la proporción de ateos y creyentes, y la implicación de ambos sectores en las matanzas (o delitos comunes).
Lo que Hitchens sí podría haber afirmado irrefutablemente, es que la religión no es ninguna vacuna frente a la maldad, y la prueba está no solo Darfur o Ruanda, sino en toda la historia, que ha tenido en la religión la base y el desarrollo necesarios para conflictos interminables. En cualquier caso, el procedimiento general de juzgar las conductas de los creyentes, para condenar a la religión, no me parece que esté totalmente carente de sentido, pero me parece más acertado lo que dice al principio del capítulo 15:
"En realidad, hay aspectos en los que la religión no solo es amoral, sino positivamente inmoral.. Y estos delitos y faltas no deben buscarse en la conducta de sus fieles (que a veces puede ser ejemplar), sino en sus preceptos originales."
De hecho éste parece ser el único capítulo (el 13) en el que Hitchens duda, pues encuentra acciones honorables y bondadosas que provienen de creyentes por el hecho de ser creyentes, y no está muy seguro de "¿Con cuál de estas dos versiones de la fe es con la que debemos quedarnos?"
14. NO EXISTE LA SOLUCIÓN ORIENTAL
Para el iconoclasta Christopher Hitchens ni siquiera las religiones orientales, con ese componente de auténtica espiritualidad y escasas prohibiciones se salvan de la hoguera. En el caso del Tibet, se establece una estirpe parasitaria de monjes que siempre pretendió un sistema feudal en detrimento del resto de la población, es más, hoy día, su famoso líder el Dalai Lama es la cabeza de una monarquía elegida por el cielo.
El budismo japonés, tan aparentemente pacifista, ha apoyado incondicionalmente el fascismo y el asesinato masivo en tiempos del imperio nipón, y lo hizo no "porque fuera japonés, sino porque era budista." Al menos esa es su conclusión citando al estudiosos del tema Brian Victoria y su libro "Zen at War". De hecho "fueron los sacerdotes budistas y sintoístas quienes reclutaban y formaban a los fanáticos bombarderos suicidas o Kamikaze".
En Sri Lanka tanto budistas como hinduistas forman parte de violencia y represión mutua:
"Cabe la posibilidad de que algunos lectores de estas páginas queden estupefactos al conocer la existencia de asesinos y sádicos hindúes y budistas. ¿Acaso se imaginaba vagamente que los orientales dedicados a la contemplación, a seguir una dieta vegetariana y a ocuparse en rutinas meditativas son inmunes a este tipo de tentaciones?"
15. LA RELIGIÓN COMO PECADO ORIGINAL
Las religiones en sí mismas contienen entre sus preceptos algunos de las siguientes iniquidades: presentar falsificaciones para los crédulos, absurdos sacrificios de sangre, necesidad absurda de expiación de pecados que no se han cometido, castigos eternos con culpas perennes y leyes imposibles de obedecer (no pensar incorrectamente en otras mujeres o amar al prójimo como a ti mismo).
16. ¿ES LA RELIGIÓN UNA MODALIDAD DE ABUSO DE MENORES?
Hitchens reconoce que juzgar si la religión ha sido más positiva que negativa es una ardua tarea, pero en el lado del perjuicio causante está sin duda la capacidad que tiene la religión para meterle el miedo en el cuerpo a los niños. Las imágenes amenazantes de castigos, infierno y tortura han debido calar en la mente de muchos niños, y no solo en las mentes sino en los cuerpos de los adultos, pues la religión ha sido especialista en refinar los instrumentos de tortura.
En relación con los niños saca a relucir tres temas: el aborto, las mutilación genital femenina (y la masculina en su forma de circuncisión, ambas reflejo del sacrificio de sangre que acompaña a la religión desde la noche de los tiempos) y el tabú de la masturbación y las inseguridades que ha producido en tantas generaciones de adolescentes que creían estar jugando se el cielo o la ceguera.
Con respecto al aborto toma una postura que comparto bastante. No concreta ni profundiza demasiado, pero al menos establece unos límites de bastante sentido común. No se puede ignorar que el no nacido tiene ciertos derechos y una mujer embarazada de X meses tiene un valor humano añadido al suyo propio, pero por otro lado parece absurdo pensar que desde el mismo momento (o incluso antes) de la concepción, ese feto deba ser considerado como una persona.
17. ADELANTARSE A UNA OBJECIÓN: EL ATAQUE DESESPERADO CONTRA EL LAICISMO
La objeción más común entre los religiosos es plantear la tiranía de los estados laicos totalitarios, del tipo Stalin y Hitler, que fueron peores que las que se cometían en nombre de Dios. Hitchens responde que
"Si analizamos las monarquías orientales de China, la India o Persia, los imperios aztecas o los incas, o las cortes medievales de España, Rusia o Francia, encontramos casi de manera invariable que aquellos dictadores eran también dioses o jefes de las respectivas iglesias."
A todo esto habría que sumar el emperador Hiro-hito, al que se le tenía por un verdadero Dios al que no se le podía mirar a los ojos, y que fue la otra parte de la Segunda Guerra Mundial.
Y tras un breve análisis de los refrendos, apoyos, esperanzas, connivencias y acuerdos que la Iglesia tuvo con el nazismo y con el fascismo, en los cuales no voy a entrar, Hitchens concluye:
"Por consiguientes, quienes invocan la tiranía 'laica' en contraposición a la religión confían en que olvidamos dos cosas: la relación entre las iglesias cristianas y el fascismo y la capitulación de las iglesias ante el nacionalsocialismo. No solo lo digo yo: ha sido reconocido por las propias autoridades religiosas."
En cuanto al estalinismo soviético y chino, su reflexión es que no trata de disculpar a estos estados que desprecian los derechos humanos, pero surgieron como reacción a un poder con vínculos con la religión, y por consiguiente era de esperar una fase anticlerical. De todas formas, el nuevo absolutismo revolucionario que se instauró en esos países no es sino otra forma de religión y de culto al líder.
"Todo lo que los totalitarismos han demostrado es que cuando se reprime el impulso religioso, la necesidad de rendir culto a algo puede adoptar formas más monstruosas incluso. Esto no necesariamente es un piropo para nuestra tendencia a rendir culto."
Por último hace mención del Apartheid en Sudáfrica, del régimen de Corea del Norte y del antisemitismo y de como el Vaticano predicaba las responsabilidad de los judíos en el deicidio de Jesucristo. Pero:
"La alternativa a estos grotescos fenómenos no es la quimera de la dictadura laica, sino la defensa del pluralismo laico y del derecho a no creer y a no ser obligado a creer."
18. UNA TRADICIÓN SUPERIOR: LA RESISTENCIA DE LA RAZÓN.
Siempre ha habido un ejército de resistencia con la razón como bandera, no necesariamente ateos, pero sí desafiantes ante el poder religioso porque precisamente ponían en cuestión dogmas religiosos. Repasando a Sócrates (aunque no existiera, pues tenemos apenas unas fuentes más que la s de Jesucristo o Mahoma), Newton (aunque fuera creyente y crédulo, pero incluyó De Rerum Natura, poema presocrático y ateo), Epicúreo, Demócrito, el atomismo, etc... nos damos cuenta de otra triste realidad. Y es que el hecho de ser una resistencia implica que siempre estuvieron del lado de los perdedores, del lado de los torturados, del lado de los oprimidos. Por esta razón se lamenta Hitchens, no podemos saber cuántos ateos realmente existieron, ni cuantos creyentes afirmaban serlo para salvar el pellejo. Desde Voltaire hasta Descartes, pasando por la mayoría de los padres fundadores de la constitución norteamericana, no podemos estar seguros de sus creencias, porque en sus textos hayamos concesiones a la presión religiosa externa, pero igualmente hayamos en sus escritos ironías o contenidos de talante ateísta.
Sin embargo, no se atreve a ir tan lejos como Dawkins (que reaccionaba con estudios y datos frente a la clásica acusación bíblica de que los ateos son tontos), y niega alguna relación entre ateismo e inteligencia. Menciona asimismo a Darwin y Hume, como supuestos ejemplos de agnosticismo y ateismo respectivamente, pero yo destacaría el panteísmo de Spinoza, que no deja de ser un tipo de ateismo y la condena tan enérgica que propició:
"Por la decisión de los ángeles, y el juicio de los santos, excomulgamos, expulsamos, execramos y maldecimos a Baruch de Spinoza [...] El señor borrará su nombre bajo los cielos y lo expulsará de todas las tribus de Israel abandonándolo al Maligno con todas las maldiciones del cielo escritas en el Libro de la Ley."
19. EN CONCLUSIÓN: LA NECESIDAD DE UNA NUEVA ILUSTRACIÓN
Hay una amenaza muy actual tanto en los países donde la religión todavía es sinónimo de poder, como en los gobernados por seglares, que a menudo ceden ante los beneficios que obtienen las religiones (un ejemplo fue el caso de las viñetas de Mahoma, donde la libertad de expresión se tuvo que ver recortada en nombre del respeto a la religión).
ENLACES INTERESANTES
Blog de Daniel Gascon con múltiples entradas sobre Hitchens
En contra de la opinión de Hitchens sobre la esencia humanista, no religiosa, de M.L. King
En contra de la opinión de Hitchens sobre la esencia humanista, no religiosa, de M.L. King
DIOS no es bueno, sólo xq te va a juzgar x toda tu maldad? Solo x eso? Xq quieres vivir según los designios de tu carné......? Sólo xq te pide q vivas una vida lo más recta q puedas......? sólo x eso.....? Q insensates tan grande de decir q DIOS no es bueno.....arrepientete de toda tu maldad o si no de seguro pereceris e irás a la condenación del infierno
ResponderEliminarEsto es una crítica a la religión, ¿que te esperas? Si quieres seguir pensando que esa deidad es omnipotente y cambia según los años, allá tú, pero que sepas que este libro solo muestra como es ese dios realmente, más humano que perfecto.
EliminarDIOS no es bueno, sólo xq te va a juzgar x toda tu maldad? Solo x eso? Xq quieres vivir según los designios de tu carné......? Sólo xq te pide q vivas una vida lo más recta q puedas......? sólo x eso.....? Q insensates tan grande de decir q DIOS no es bueno.....arrepientete de toda tu maldad o si no de seguro pereceris e irás a la condenación del infierno
ResponderEliminarEste Hitchen era realmente un frustrado, si Dios no existe entonces no es ni bueno ni malo, todo el libro es una constante crítica a las religiones y al fanatismo religioso, siendo él un ateo fanático, todo es una crítica pesimista, sin entrar a valorar todo lo bueno que la religión ha aportado a nuestras vidas (Cultura, hospitales,comedores sociales, ongs de ayuda a los pobres, misioneros...) somos los hombres los que hemos cometidos abusos pero no por ser religiosos, pues si todos hiciéramos lo que nos mandó Jesús, como amar al prójimo , el mundo sería un paraíso. ¿Hay alguna ong atea que haga algo por los pobres? hay algún ateo que por ser ateo haya aportado algún bien a la humanidad? no, solo están entretenidos en criticar a la Madre Teresa de Calcuta, pero no se les ve por la India abriendo comedores sociales. Por cierto, un dato curioso: su hermano Peter, que vivió el mismo ambiente hostil hacia la religión que su hermano Christopher, se convirtió al cristianismo y trató de hacerle ver a su hermano que Dios existía y que era un Dios de amor (Dios nunca tira la toalla) ojalá que al final de su vida hubiera vislumbrado una luz.
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