La desfachatez intelectual
es un libro tan sencillo como atrevido. Pone en absoluto ridículo
algunos de los intelectuales más respetados en los medios de
comunicación españoles. La tesis central del libro queda sobradamente demostrada, tanto en su desarrollo
como en su desenlace final de la séptima edición que incluye réplicas de los aludidos. A saber, que por muy intelectuales que sean
meten mucho la pata, particularmente cuando opinan a la ligera sobre temas que no están
informados.
También es necesario señalar que su autor, Ignacio Sánchez-Cuenca, no hace una enmienda a la totalidad de sus obras ni mucho menos a su persona. Al contrario, insiste cansinamente en que muchos de los que crítica son merecedores de extensos elogios por sus obras. Sin embargo, usan su fama a modo de patente de corso para pontificar sobre asuntos que no controlan en absoluto.
También es necesario señalar que su autor, Ignacio Sánchez-Cuenca, no hace una enmienda a la totalidad de sus obras ni mucho menos a su persona. Al contrario, insiste cansinamente en que muchos de los que crítica son merecedores de extensos elogios por sus obras. Sin embargo, usan su fama a modo de patente de corso para pontificar sobre asuntos que no controlan en absoluto.