viernes, 24 de enero de 2020

"LA ILUSTRACIÓN: Y POR QUÉ SIGUE SIENDO IMPORTANTE PARA NOSOTROS" de Anthony Pagden (2013)


Una brillante exposición de la génesis de nuestra civilización moderna. ¿Qué existía antes de ella? ¿Pasamos del salvajismo a la civilización porque somos muy buenos, o precisamente por lo contrario, para protegernos de nosotros mismos? ¿Podemos llegar a borrar las fronteras o es una quimera bienintencionada? ¿Qué clásicos se atrevieron a desmontar la autoridad eclesiástica y con qué argumentos?

No quiero engañar al lector. Este libro se disfruta más si tienes cierto conocimiento previo de historia. El autor tiene la habilidad de contarnos episodios que enlazan a unos personajes con otros, y contextualizarlos como si fueran hazañas ordenadas por filias y fobias. Uno se olvida de estar leyendo un sesudo libro de historia o filosofía, y parece que pasa páginas como si fueran capítulos de una adictiva serie de TV cuyos personajes habíamos casi olvidado.

miércoles, 15 de enero de 2020

"LA SUPERIORIDAD MORAL DE LA IZQUIERDA" de Ignacio Sánchez-Cuenca (2018)

Un título deliberadamente soberbio para un libro que resulta ser bastante cauteloso. Nótese que estamos hablando en el plano de la filosofía y no en lo político o lo personal. En el plano filosófico es legítimo pensar que no todas las ideas tienen el mismo peso moral. Lo que ocurre es que en el fuero interno de cada ser humano anida una autojustificación moral de sus actos. Por lo general, no se pasa ningún escrutinio racional a nuestra forma de ver el mundo, asumimos nuestra realidad y no cuestionamos nuestras ideas salvo que se vean confrontados por algún hecho fortuito. Es como la abuela que dice que todos sus nietos son igualmente listos y guapos, aunque ella sepa que no es cierto. Ignacio Sánchez-Cuenca prescinde de las abuelas y del relativismo moral y coge al toro por los cuernos, sin complejos. La razón nos dota de suficientes elementos para poder arrojar un juicio de valor sobre determinadas acciones, y de la misma forma que condenamos con mayor pena un asesinato que un robo, podríamos deducir que es más loable la igualdad que la desigualdad, la solidaridad que el individualismo, el bien de muchos que el bien de unos pocos.

viernes, 10 de enero de 2020

"GUERRAS DE AYER Y DE HOY" de Mikel Ayestaran y Ramón Lobo (2016)

Hay algunos libros que te hacen ver con claridad lo ignorante que eres. Este es uno de ellos. Leemos y vemos las noticias para comprender el mundo que nos rodea, pero nunca llegamos a contactar con el que redacta y vive la noticia. Recibimos mini-cápsulas de información, a veces filtrada, y con la duración correcta entre dos bloques publicitarios. Estos dos autores nos ofrecen un diálogo sereno, una comprensión creíble de lo más terrible de la humanidad. Se podría decir que debido a su trabajo como corresponsales de guerra, tienen la guerra en la sangre, pero no hacen sangre con su retórica, son extrañamente moderados.

Su relato, en forma de pregunta y respuesta, y con el tono de un viejo sabio que ya ha visto de todo, me recuerda a maestros enciclopédicos como Robert Fisk, analizados anteriormente en Lecturas Porcinas. Pasados de todo, algo en su dura piel les empuja a no pasar de la guerra y seguir contándola. Y siguen agitando las conciencias con citas como esta: "La pregunta moral no es qué hizo el fotógrafo, es qué está haciendo usted en su sofá."

miércoles, 8 de enero de 2020

"POR QUÉ DEJÉ DE SER DE IZQUIERDAS" de Javier Smalo y Mario Noya (2008)


He estado pensado si escribir una reseña de un libro que me parece una pérdida de tiempo casi en su totalidad. Pero me enseñaron a considerar seriamente a tu interlocutor, evitando la tentación de hacer caricaturas que distorsionan la verdadera comprensión del contrario. Todos estos señores (solo hay una señora) vivieron una época que yo no viví, y su punto fuerte no es tanto la explicación teórico-política de una conversión, sino la narración de una forma de vivir la política muy concreta en un país y una época muy concretas. Todo indica que de haberlos extraído de sus circunstancias, no podrían justificar sus giros copernicanos. Algo que, bien pensado, es lo normal, tanto si creemos o no en el materialismo histórico.