Existe un desprecio hacia la ciencia. Así de rotundo se muestra
el autor. No
se trata de un desinterés o de una desafección, sino de un
auténtico
desprecio. La imagen mediática que se proyecta del científico es un friki, un raro al que podemos señalar con el dedo y reírnos, o en todo
caso
temer, pero no es alguien a quien admirar o emular. A veces puede dar la impresión de que la tecnología funciona como
la magia, agitamos una varita y tenemos un resultado inmediato... y
barato. Esta ignorancia y entusiasmo eclipsa todo la ciencia que hay
detrás.miércoles, 27 de diciembre de 2017
"LA RAZÓN ESTRANGULADA" de Carlos Elías (2007)
Existe un desprecio hacia la ciencia. Así de rotundo se muestra
el autor. No
se trata de un desinterés o de una desafección, sino de un
auténtico
desprecio. La imagen mediática que se proyecta del científico es un friki, un raro al que podemos señalar con el dedo y reírnos, o en todo
caso
temer, pero no es alguien a quien admirar o emular. A veces puede dar la impresión de que la tecnología funciona como
la magia, agitamos una varita y tenemos un resultado inmediato... y
barato. Esta ignorancia y entusiasmo eclipsa todo la ciencia que hay
detrás.
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